domingo, 29 de mayo de 2011

En Costa de Marfil se mantiene el número de personas que huyen del país


Muchos niños de Costa de Marfil refugiados en Liberia corren un grave riesgo de convertirse en víctimas del trabajo forzoso y de la prostitución mientras la situación en su país continúa sin estabilizarse.

A pesar del nuevo establecimiento político en Costa de Marfil, la población continúa cruzando la frontera sin apenas signos de descenso en el número de desplazamientos. En sólo seis días, entre el 13 y el 19 de abril, se registraron más de 10.000 nuevos refugiados en Liberia, lo que eleva la cifra actual a más de 157.000 personas.

El flujo masivo de refugiados ha llevado a una importante escasez de alimentos en la zona de la frontera con Liberia, un área que ya era antes una de las más pobres del mundo. En vista de lo que ha sucedido en el pasado, desde Save the Children tememos que la situación pueda derivar a que los niños sean empujados a trabajar forzosamente para ayudar a sus familias a sobrevivir, poniendo muchas veces su vida en peligro.

Rae McGrath, responsable del equipo de emergencias de Save the Children explicaba: “en condiciones como esta, donde los refugiados huyen de su país sin dinero ni alimentos y donde la comida es además escasa, siempre se espera que los niños ayuden a las familias. Las niñas adolescentes, especialmente aquellas que se han visto separadas de sus padres y que no han encontrado ayuda. El peligro se encuentra fundamentalmente en que contemplen la prostitución como la única vía para lograr dinero. Estamos especialmente preocupados por los niños y niñas no acompañados, porque son los más potenciales de convertirse en víctimas de explotación.”

Es el caso de una niña de 14 años que prefiere mantenerse en el anonimato. Cuando llegó, sola y sin ningún familiar, no conocía a nadie en Liberia pero fue acogida por una familia en su casa. Allí se vio forzada a trabajar durante todo el día en el restaurante propiedad de la familia, sin saber nada de su familia desde que se perdiese en el camino. Nuestro compañeros trasladaron a la niña con otra familia en la ciudad antes de que lográsemos localizar a su abuela.

De los 1570.000 refugiados marfileños en Liberia, 2.700 se encuentran en un solo campo del condado de Nimba. El resto se encuentra disperso por toda la zona fronteriza, bien en centro de tránsito temporal bien con familias liberianas en los cada vez más abarrotados poblados del país.

El pueblo de Janzon en el condado de Grand Gedeh ha visto como su población crecía de los 3.500 personas que viven allí habitualmente a las más de 21.000 con las que cuenta hoy.

Bernard Bouyou, refugiado en Janzon junto con sus tres hijos y uno de sus nietos, explicaba a nuestros compañeros: “la vida está siendo muy difícil para los niños. En Costa de Marfil, antes de ir a la escuela, solía comprarles al menos un bollo por 100 francos para el desayuno, o sino una banana. Ahora en cambio, nos despertamos sin saber si vamos a tener algo para comer en todo el día.

Save the Children está trabajando para mejorar la situación de los niños y las familias desplazadas

Estamos trabajando en toda la zona fronteriza para identificar a los niños y niñas que se hayan visto separados de sus familias para alojarlos con familias de acogida. También estamos estableciendo escuelas temporales para los niños y niñas refugiados en paralelo a los espacios de juego seguro, lugares ambos en los que los niños pueden recuperar un sentido de normalidad y mantener su derecho a la educación y la protección.

La identificación está siendo complicada ya que la mayoría de los poblados están muy dispersos entre sí y muchas veces en medio del bosque. Es importante contar con todos los recursos y el personal necesario antes de que llegue la época de lluvias.

Frente a la escasez de medicamentos y suministros sanitarios que padecen los centros de salud y farmacia de Costa de Marfil, hemos enviado un avión con más de 6 toneladas de material sanitario. En el campo de Duékoué, al oeste del país, donde se encuentran más de 27.000 desplazados, estamos especialmente preocupados por la situación de las mujeres embarazadas y de los recién nacidos.
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