A unos 70 kilómetros al sur de la capital, en una zona rural rodeada por la selva tropical, se encuentra el hospital de Bikop. Rosa García, Ana Gutiérrez y Aurelia Serrano, miembros de la congregación Esclavas del Sagrado Corazón, se encargan de la gestión del centro hospitalario.
Hoy nos describen la situación en la zona.
Paludismo, filariasis, diarreas, parásitos intestinales, infecciones de piel, tuberculosis y, por supuesto, VIH/Sida, son las enfermedades más extendidas en la región. Sin embargo, y a pesar de que estas enfermedades estén tan desarrolladas, los servicios sanitarios no están a la altura. En el Hospital de Bikop, las listas de espera, para ser intervenido quirúrgicamente, están colapsadas. La doctora Ana Gutiérrez cuenta que: “Cuando vamos a recibir la visita de algún profesional médico en el centro comenzamos a citar a los pacientes, pero la lista se completa en pocos días”.
Además, otro problema añadido es la falta de personal sanitario. Por ejemplo, el hospital no cuenta con un anestesista. En vista de esta situación las doctoras explican que: “En general, con los pocos medios con los que contamos, necesitamos personas que puedan hacer un poco de todo”.
Apoyando este déficit de personal sanitario, tanto de médicos como de enfermeros, Medicus Mundi Aragón, está ayudando al hospital de Bikop a contar en periodos cortos con más personal. Además, en 2009 la ONG financió un nuevo aparato de Rayos X, que ha facilitado el diagnóstico de enfermedades como la tuberculosis, muy generalizada entre los infectados de VIH/Sida.
En la región de Bikop un 15,5 % de la población es seropositivo, gracias al hospital de Bikop, que desde 2009 ha sido reconocido oficialmente como Centro de tratamiento retroviral, todos los enfermos diagnosticados en la zona reciben su tratamiento.
Además, el 100% de las embarazadas que llegan al centro realizan el test de despistaje, que diagnostica si el paciente está infectado con el VIH. Y, un 80% de las seropositivas aceptan el programa para la prevención de la transmisión de madre a hijo (PTME+).
Venta de medicamentos falsos
La corrupción en Camerún alcanza altos niveles. “En las calles se vende placebo”, un medicamento inactivo, que no sirve como tratamiento. Su consumo está extendido, porque estos tratamientos falsos se venden a un precio más económico. “Es necesario presionar al Gobierno para que persiga la venta ilegal en las calles, porque está oficialmente condenada, pero en la puerta del mismo ministerio se ofrece” explican. Luchar contra esta situación va ligado a hacer asequible el precio de medicamentos para todos los ciudadanos, esa es la única solución.
Pero, el problema del difícil acceso a los tratamientos está generalizado. Actualmente, Medicus Mundi aragón está llevando a cabo una campaña de compra y donación de paquetes de tratamiento periódico. Por 10 euros se puede comprar un tratamiento contra la malaria anual y una mosquitera para protegerse. Por 20 euros un enfermo de diabetes puede tratarse durante medio año y, por 30 euros se pueden adquirir todos los medicamentos necesarios para tratar a un enfermo de VIH/Sida.
Disminución de los fondos destinados a cooperación
“Estamos en la gran crisis de las ayudas externas”, comenta Aurelia Serrano. “Es cierto que los fondos destinados a cooperación han disminuido en los últimos años. Pero, aunque sean menos deberían estar mejor repartidos” reivindica. Rosa García explica que se destinan grandes cantidades a formación, y estas ayudas incluyen conceptos como dietas excesivas o aportaciones para transporte superiores a lo que muchos necesitan: “La situación ha llegado a tal extremo que si no das algo a cambio, ningún profesional acude a la formación”. “En definitiva, se destinan algunas partidas para formación que vendrían muy bien para comprar medicamentos necesarios”, apostilla.
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