martes, 26 de julio de 2011

El reparto de ayuda: la odisea de las organizaciones humanitarias en el Cuerno de África


Muchos de los ciudadanos somalíes que vemos estos días cruzando el desierto o en los campos de refugiados de Kenia y Etiopía ya no volverán a salir en las fotos. Probablemente, porque habrán muerto. Naciones Unidas, varias ONG y, sobre todo, cooperantes e informadores en el Cuerno de África llevan meses alertando sobre una situación que, más que crítica, es insostenible. La sequía más grave de los últimos 60 años en la zona ya afecta a diez millones de personas. Y, según los que conocen de cerca la crisis, "se podía haber evitado".

Ahora el objetivo está en ayudar; y rápido. Las organizaciones tratan de hacer llegar agua, alimentos, atención sanitaria y recursos agrícolas y monetarios a la zona más afectada: el sur de Somalia. Pero no es fácil, porque las milicias rebeldes de Al-Shabaab, ligadas a Al-Qaeda, tenían vetada hasta hace dos semanas la entrada de ayuda humanitaria. De hecho, en las últimas horas ha habido tensión y desmentidos acerca de si este bloqueo está o no vigente. Por eso hay muchos desplazados -casi un cuarto de la población-, de los que millón y medio lo hacen dentro del país. "La clave" para solucionar esto, según Intermón Oxfam (IO), es "el dinero".

Hacen falta 1.000 millones de euros y una reacción inmediata de la comunidad internacional, si no, "los próximos tres meses serán muy duros", explica a 20minutos.es la portavoz de IO, Lara Contreras; lo dice porque la temporada de lluvias no comienza hasta octubre. Pero, una vez se consigan los fondos, ¿cómo se distribuirán? "Hay un sistema de coordinación de la ONU mediante clusters" o agrupaciones en el que participan organismos y ONG, añade, e Intermón está incluida en los de "Agua y Saneamiento y Nutrición". Intermón se ocupa de la provisión de agua, la formación en salud, la atención al ganado o la ayuda a mercados "que aún están funcionando", entre otras cosas.

No sólo es importante dar de comer y beber a la gente, sino garantizar la sostenibilidad del país protegiendo a las reses "a través un mejor acceso al pasto o el agua" o entregando a los campesinos dinero y comida a cambio de trabajo "en proyectos como sistemas de cosecha, sistemas de conservación de suelos y pequeños sistemas de riego", explica a 20minutos.es Mario Zappacosta, economista del departamento de información y alerta de la FAO. La agencia ha pedido 120 millones de dólares adicionales a EE UU para el Cuerno de África; 70 para Somalia y 50 para Etiopía, Kenia, Yibuti y Uganda.

Ayuda en tres flancos
El mapa de ayuda es tripartito: Kenia, Etiopía y Somalia. En los dos primeros países trabaja la ONU, pero también hay "ayuda bilateral" de los Gobiernos. El abisinio, según Contreras "está coordinando bastante bien" el tema de los refugiados; el keniata, explica Zappacosta, "ha autorizado [sin fecha] la apertura de un nuevo campo para 80.000 personas", ya que algunos como el de Dadaab están más que saturados y hasta han empezado a desarrollar suburbios. Cruz Roja (CR), que está en fase de creación de un proyecto concreto para Somalia, está estudiando la gestión de uno de esos campos en Kenia apoyando a las autoridades, porque la velocidad de respuesta local ya no es la misma de antes.


Solo en junio llegaron unas 50.000 desplazados a los campos de Kenia y Etiopía; ahora llegan entre 1.500 y 2.000 personas al díaEl cluster al que pertenece Cruz Roja -de shelter o albergue- aún no se ha activado, nos confirma Alberto de Castro, director adjunto de Cooperación Internacional en España, pero la organización tiene presencia permanente desde hace años, por ejemplo, en Etiopía, donde trabaja la Media Luna Roja. Allí prestan atención sanitaria a casos de malnutrición leve y severa y colaboran como pueden en los campos de refugiados, muchas veces improvisando; solo en junio llegaron unos 50.000 desplazados a Kenia y Etiopía; ahora llegan entre 1.500 y 2.000 al día y, en total, los dos países acogen a más de de medio millón, según la FAO.

La tercera pata del banco es Somalia. El panorama es complejo, porque no hay un Gobierno como tal, sino uno de transición que ejerce desde 2004 pero no controla, ni mucho menos, la totalidad del país. Eso hace difícil, por una parte, conseguir subvenciones para construir hospitales o poner en marcha actividades que requieran licencia de funcionamiento. No hay bancos, no hay administración ni la burocracia mínima; por otra parte, quienes trabajan en cooperación también tienen que hacer frente a la inseguridad provocada por el conflicto armado y a posibles bajas.

Debido al conflicto, en Somalia opera el Comité Internacional de la Cruz Roja, que tiene allí más de 40 clínicas, móviles y fijas. Para las primeras es fundamental tratar con las autoridades locales, pactar la entrada en ciertas zonas a través de los check points, etc. A veces también hay que hablar con líderes de comunidades u organizaciones locales, relata Lara Contreras (IO), porque muchas veces son ellos los que "deciden cómo se distribuyen" los recursos. La ayuda es aceptada y gestionada por estos dirigentes locales con bastante voluntad porque "la situación es muy dramática". IO, en este caso, colabora en Somalia con dos organizaciones; Médicos sin Fronteras, por ejemplo, cuenta con 1.100 nacionales sobre el terreno.

Puente con Mogadiscio
Este jueves, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Josette Sheeran, anunció la creación de un puente aéreo humanitario con la capital, Mogadiscio, y la apertura de "nuevas rutas por tierra y aire hacia el corazón" de la zona crítica. La gente, según IO, "está desatendida". Ahora mismo necesitan "de todo" aunque, según De Castro (CR), por los casos severos "se puede hacer muy poco". Las mujeres gestantes y los niños son la prioridad, por las posibles secuelas futuras, "físicas y psicológicas", y los alimentos son igual de necesarios en su versión sólida como en la inyectable. No pueden perder sus pocas energías "en hacer la digestión".


El 25 de julio se celebrará en Roma a petición del G-20 una reunión de los 191 miembros de la FAO y varias organizaciones para movilizar el apoyo internacionalEl próximo lunes, 25 de julio, se celebrará en Roma a petición del G-20 una reunión de los 191 miembros de la FAO y varias organizaciones para movilizar el apoyo internacional. "La crisis que está afectando a los países más industrializados ha reducido en parte la capacidad de respuesta a la emergencia en África", dice Zappacosta (FAO). Europa y EE UU no pasan por su mejor momento económico, está claro, aunque para Contreras (IO) "no es una excusa". Además de los fondos (España ha contribuido con 15 millones de euros y muchas ONG han habilitado cuentas bancarias), hacen falta recursos humanos: de aquí a la semana que viene partirán hacia la zona al menos cinco personas de Cruz Roja Española. Irán más, "si hay más dinero".

El último grito de socorro lo ha dado Unicef. El organismo ha incrementado este viernes hasta 780.000 el número de niños que corren el riesgo de morir de hambre si no reciben ayuda de manera urgente. "Estamos hablando solo de Somalia", ha dicho en rueda de prensa la portavoz en Ginebra, Marixie Mercado; entre Somalia, Kenia y Etiopía habría 2,3 millones niños en situación de "malnutrición severa".

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