miércoles, 30 de noviembre de 2011

Injustamente encerradas desde 1987

Han pasado más de 24 años desde esta foto; son los que llevan esas dos niñas y su madre encerradas en Yodok, uno de los seis campos para presos políticos en Corea del Norte.

Su 'delito' para estar ahí fue que su padre emigrase y pidiese asilo político en Dinamarca para huir de su país. Como ellas, otros 50.000 hombres, mujeres, niños y niñas viven encerrados en Yodok por 'delitos' como criticar el régimen o a la familia gobernante, escuchar la radio o televisión extranjeras, y otros muchos motivos que en ningún caso merecen ese atroz castigo.


Hay bebés que nacen en Yodok y permanecen allí el resto de sus vidas, enfrentándose a la tortura, el trabajo forzado, las palizas, la falta de alimentos e incluso el riesgo de ejecución.

Y todo esto, sin que se conozca internacionalmente y con y la hipocresía del gobierno de Corea del Norte, que sigue negando que Yodok exista.

Pero nosotros sabemos que sí existe. Sabemos dónde está y sabemos que en él hay decenas de miles de personas recluidas en condiciones infrahumanas. Además, las autoridades coreanas se equivocan si creen que vamos a quedar impasibles ante esa atrocidad.

Amnistía Internacional

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