lunes, 26 de septiembre de 2011

Las primeras multas a mujeres por llevar velo representan una “farsa de la justicia”


Las primeras multas impuestas en Francia hoy a dos mujeres musulmanas que llevaban en público velos que les cubrían toda la cara son una violación de sus derechos a la libertad de expresión y de religión, ha declarado hoy Amnistía Internacional

Un juzgado de Meaux , cerca de París, impuso a Hind Ahmas una multa de 120 euros y a Najate Naït Ali una de 80 por llevar en público el niqab.


La policía paró a ambas mujeres en la calle, el 5 de mayo, cerca del ayuntamiento de Meaux, durante una manifestación contra la prohibición del velo.

“Esto es una farsa de la justicia y un día de vergüenza para Francia. Se ha castigado a estas mujeres por vestir como desean”, ha afirmado John Dalhuisen, director adjunto del Programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.

“En lugar de proteger los derechos de las mujeres, esta prohibición viola su libertad de expresión y de religión.”

La prohibición de cubrirse la cara en todos los lugares públicos de Francia, incluidas calles, escuelas, trenes y salas de tribunales, entró en vigor el 11 de abril.

“Tememos que las mujeres que decidan llevar el niqab en público en Francia se sientan ahora confinadas en sus casas porque es ilegal caminar por las calles de su propio país vestidas como desean”, dijo John Dalhuisen.

Al proponer la prohibición, el gobierno francés alegó que la medida era necesaria para la seguridad pública y para proteger a las mujeres de la presión de llevar velos que les cubrieran toda la cara.

Amnistía Internacional cuestiona esto y considera que el Estado puede proteger a las mujeres de esta presión combatiendo los estereotipos de género, la violencia contra la mujer y las actitudes discriminatorias, así como aplicando la ley penal y de familia cuando sea oportuno.

Toda preocupación por motivos de seguridad sobre las prendas que cubren toda la cara debe abordarse con restricciones selectivas en lugares de alto riesgo bien definidos.

“Por motivos de seguridad, las prohibiciones públicas absolutas de las prendas que cubren la cara son innecesarias y discriminatorias”, declaró John Dalhuisen.

“Para la protección de las mujeres, el Estado dispone de medidas mucho más adecuadas que una prohibición que confina en sus casas a las mujeres que deciden llevar el velo que les cubre toda la cara.”

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